
Una bailaora sorda lleva por primera vez a los tablaos el lenguaje de signos.
Hace 27 años un antibiótico le mató el nervio auditivo, aunque no su amor por el arte. Mari Ángeles Narváez o "La Niña de los Cupones", como la conocen en su barrio sevillano de La Macarena, es la primera bailaora sorda que lleva a los tablaos el cante flamenco adaptado al lenguaje de signos. "… yo siempre me ponía delante del televisor a imitar a la gente que bailaba; por eso mi madre me apuntó a una academia de mi barrio", explica Mari Ángeles, arte que luego profesionalizó en la academia de Matilde Coral.
"La Niña de los Cupones", que el próximo viernes 14 actuará en Granada dentro del II Festival Flamenco ONCE Andalucía tras pasar por la XV Bienal de Sevilla, combina en su espectáculo "30 Decibelios" -que recuerda la mínima capacidad auditiva que le queda en uno de sus oídos- el lenguaje de signos con el cante y el baile.
"Quiero que el público sordo vea cómo es el flamenco con mis gestos", señala Mari Ángeles, que adapta a la lengua de signos las letras de los temas que luego interpreta y que memoriza gracias a los pocos estímulos que puede percibir con un audífono de las canciones para no perder el compás en el escenario.
Pese a sus evidentes cualidades, se considera una persona "normal" y no le gusta hablar de "discapacidad" puesto que, como comenta, "una persona no se siente así (discapacitado) hasta que alguien lo mira como tal".
Proyectos e ideas tampoco le faltan y, de hecho, ya piensa en un nuevo espectáculo en el que poder hacer accesible la música clásica de Beethoven -que también se quedó sordo- a quienes habitualmente no pueden disfrutarla.
Hace 27 años un antibiótico le mató el nervio auditivo, aunque no su amor por el arte. Mari Ángeles Narváez o "La Niña de los Cupones", como la conocen en su barrio sevillano de La Macarena, es la primera bailaora sorda que lleva a los tablaos el cante flamenco adaptado al lenguaje de signos. "… yo siempre me ponía delante del televisor a imitar a la gente que bailaba; por eso mi madre me apuntó a una academia de mi barrio", explica Mari Ángeles, arte que luego profesionalizó en la academia de Matilde Coral.
"La Niña de los Cupones", que el próximo viernes 14 actuará en Granada dentro del II Festival Flamenco ONCE Andalucía tras pasar por la XV Bienal de Sevilla, combina en su espectáculo "30 Decibelios" -que recuerda la mínima capacidad auditiva que le queda en uno de sus oídos- el lenguaje de signos con el cante y el baile.
"Quiero que el público sordo vea cómo es el flamenco con mis gestos", señala Mari Ángeles, que adapta a la lengua de signos las letras de los temas que luego interpreta y que memoriza gracias a los pocos estímulos que puede percibir con un audífono de las canciones para no perder el compás en el escenario.
Pese a sus evidentes cualidades, se considera una persona "normal" y no le gusta hablar de "discapacidad" puesto que, como comenta, "una persona no se siente así (discapacitado) hasta que alguien lo mira como tal".
Proyectos e ideas tampoco le faltan y, de hecho, ya piensa en un nuevo espectáculo en el que poder hacer accesible la música clásica de Beethoven -que también se quedó sordo- a quienes habitualmente no pueden disfrutarla.
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